Tequila bar Bogotá: un poco de historia sobre el alcohol

Para los que acuden a un tequila bar Bogotá a disfrutar del característico licor, un interesante tema de conversación pudiera ser las bebidas alcohólicas en la historia de la humanidad. Estas han estado presentes básicamente desde el origen de cada sociedad conocida y son preparadas con materiales fermentados tan diversos como cereales, miel y jugos de frutas.

Los egipcios atribuían a Osiris el haberles regalado el conocimiento de cómo preparar el vino. De la India se conoce el sura, libación milenial, hecha de arroz fermentado. Los griegos tenían un dios, Baco, exclusivamente dedicado a las fiestas, bebidas y danzas. Siendo muy popular el aguamiel en estas celebraciones.

La Biblia menciona que con este mismo néctar se celebró el fin del diluvio universal, y que la sangre de Cristo se simbolizó en la última cena con vino. En toda América, se tiene información de que los indígenas preparaban destilados a base de maíz, manzanas o uvas, antes de la colonización.

Incluso se sabe de varias especies animales que consumen frutas maduras y parcialmente fermentadas, siendo esta la forma más primitiva de bocadillo alcohólico posible.

Todo esto gracias a la levadura, esos hongos microscópicos, que en condiciones de poco oxigeno y mucho líquido son capaces de agarrar un azúcar o hidrato de carbono, y descomponerlo en parte, obteniendo etanol como residuo.

tequila bar bogota

La virtud de este proceso es que el etanol es venenoso para las bacterias que se alimentan de la fruta, eliminando efectivamente a los competidores de la levadura. Pero en el ser humano, con un hígado capaz de metabolizarlo, el alcohol no nos espanta con tanta facilidad.

Probablemente en cada cultura se descubrieron estas propiedades al tratar de conservar los alimentos el mayor tiempo posible. Revelando con sorpresa que fermentados además estaban libres de patógenos y eran más sanos.

No es de extrañar entonces que se convirtiera en la opción segura y popular para beber. Y sin empezar a mencionar aún los efectos psicológicos, la euforia y la relajación de las inhibiciones sociales. Como se ve, el alcohol ha existido desde un principio, y no da ninguna señal de irse pronto… así pues, ¡a su salud!

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